Internacional

«Queen of Canada»; así es la violenta secta canadiense que amenaza con realizar ejecuciones públicas

Romana Didulo nació en Filipinas hace  48 años, pero desde hace más de 30 años vive en Canadá, con el tiempo ella se autoproclamó “Reina de Canadá” y después “Reina del Mundo”, comandando una secta político-conspirativa de ultraderecha, la cual cuenta con decenas de seguidores que están dispuestos a hacer lo que la mujer les ordene, incluido asesinar personas.

Mediante su canal de Telegram, Didulo pidió a sus seguidores tomar medidas en sus propias manos si ven caravanas de migrantes procedentes de Sudamérica: «Si insisten en cruzar la frontera hacia el Reino de Canadá, considérenlos invasores y ocupantes, dispárenles», además aseguró que están pagados por otros grupos para desestabilizar al país.

Esto surgió después de que el alcalde de Nueva York, Eric Adams, enviara a migrantes en autobuses a la frontera con Quebec, Canadá, medida que causó una gran polémica, además de la violenta reacción de la mujer filipina.

AMENAZAS DE EJECUCIONES PÚBLICAS

Algo que dio notoriedad a la mujer fue su actuar en la pandemia de COVID-19, cuando instó a sus seguidores a confrontar a los policías que quisieran hacerlos seguir las restricciones impuestas como medida sanitaria. Antes ya los había convencido de no pagar impuestos.

También convenció a un grupo de sus seguidores, a los que llamó «cazadores de patos», para que atacaran al personal sanitario que vacunaba a los niños en noviembre de 2021.

SEGUIDORES ACUSAN ABUSOS DE DIDULO

Como ocurre con la mayoría de las sectas, los dirigentes convencen a sus seguidores de entregarles dinero, con lo que logran mantenerse, esto mismo hizo Didulo quien desde hace meses recorre junto a ellos Canadá en casas rodantes, buscando un nuevo lugar donde establecerse.

Pero lo que alguna vez fue admiración y obediencia a ciegas, cambió con el paso del tiempo, ya que algunos seguidores dijeron que sufrieron maltrato a manos de la mujer, como: acusaciones de uso no autorizado de sus cuentas bancarias, amenazas de muerte, restricciones impuestas para comer y dormir además de ser sometidos a horas de la canción de Boney M «Rasputin», reproducida repetidamente. (El Heraldo de México)