Papa Francisco: que los mares y los desiertos no sean cementerios
El Papa Francisco durante la Audiencia General celebrada esta mañana en la Plaza de San Pedro dedicó su mensaje a los migrantes que buscan escapar de las guerras y persecución y poder tener un sitio donde puedan vivir en tranquilidad.
“Las rutas migratorias actuales a menudo están marcadas por travesías de mares y desiertos, que, para muchas, demasiadas personas, – ¡demasiadas! – son mortales. Por eso quiero detenerme en este drama, en este dolor. Algunas de estas rutas las conocemos mejor, porque suelen estar a menudo bajo los reflectores; otras, la mayoría, son poco conocidas, pero no por ello menos transitadas”.
RECHAZAR A LOS MIGRANTES ES UN PECADO GRAVE
Afirmó que rechazar a los migrantes “es un pecado grave” y Dios “siempre defiende y pide defender”
“Del Mediterráneo he hablado muchas veces, porque soy Obispo de Roma y porque es emblemático: el mare nostrum, lugar de comunicación entre pueblos y civilizaciones, se ha convertido en un cementerio. Y la tragedia es que muchos, la mayoría de estos muertos, podrían haberse salvado. Hay que decirlo claramente: hay quienes trabajan sistemáticamente por todos los medios para repeler a los migrantes – para repeler a los migrantes. Y esto, cuando se hace con conciencia y con responsabilidad, es un pecado grave”.
“El Señor está con nuestros migrantes en el mare nostrum, el Señor está con ellos, no con lo que les rechazan”.
El Santo Padre hizo un llamado para que los migrantes no arriesguen sus vidas cruzando mares y desiertos generando facilidades de rutas y vías de acceso legales a todos aquellos que tienen que escapar por las guerras y violencia donde viven.
“Lo conseguiremos fomentando por todos los medios una gobernanza mundial de la migración basada en la justicia, la fraternidad y la solidaridad. Y aunando esfuerzos para combatir el tráfico de seres humanos, para detener a los traficantes criminales que se aprovechan sin piedad de la miseria ajena”. Francisco reconoció el trabajo de los que protegen y ayudan a los migrantes.
“Tantos buenos samaritanos que hacen todo lo posible por rescatar y salvar a los migrantes heridos y abandonados en las rutas de la esperanza desesperada, en los cinco continentes. Estos hombres y mujeres valientes son signo de una humanidad que no se deja contagiar por la malvada cultura de la indiferencia y el descarte: lo que mata a los migrantes es nuestra indiferencia y esa actitud de descartar”.
Asimismo, el Papa Francisco pidió que se rece por los migrantes.
“Queridos hermanos y hermanas, unamos nuestros corazones y nuestras fuerzas, para que los mares y los desiertos no sean cementerios, sino espacios donde Dios pueda abrir caminos de libertad y fraternidad”. (El Heraldo de México)

