La Casa de México en España inaugura la exposición “La Mitad del Mundo: la mujer en el México indígena”
La Fundación Casa de México en España inauguró la exposición “La Mitad del Mundo: la mujer en el México indígena” por iniciativa de la Presidenta Claudia Sheinbaum la cual está encaminada a mostrar la riqueza cultural, milenaria y femenina de México.
Fundación Casa de México en España en su misión de mostrar la riqueza de México, expone por primera vez piezas prehispánicas originales, en colaboración con el gobierno de México a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México.
Con la presencia del excelentísimo embajador de México en España, Quirino Ordaz Coppel, Diego Prieto, titular de la Unidad de Culturas Vivas, Patrimonio Inmaterial e Interculturalidad, Isabel Izquierdo, directora del Museo Arqueológico Nacional, Karina Romero, curadora de la exposición y Don Valentín Diez Morodo, presidente de Fundación Casa de México en España, el viernes 3 de octubre, se inauguró la exposición La mitad del mundo. La mujer en el México indígena. El ámbito divino.
El gobierno de México declaró 2025 como Año de la Mujer Indígena, reconociendo la presencia y las aportaciones de los pueblos originarios que, por más de treinta siglos, han habitado este territorio y dado forma a la nación, de la cual, las mujeres indígenas son fundamento, sostén y estructura. Son guardianas de la memoria, las lenguas, las tradiciones y los saberes ancestrales que han preservado, resignificándolos y adaptándolos a los nuevos tiempos. Son el terreno fecundo donde lo divino se hace real y perceptible.
Este desembarco cultural mexicano en Madrid conformará la mayor exposición de arte precolombino hasta la fecha en España, se trata de una de las colaboraciones más significativas entre ambos países. El proyecto se compone de un circuito en Madrid en diferentes sedes: Museo Nacional de Arqueología, Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Instituto Cervantes y Fundación Casa de México en España. España se une así a la celebración del año de la mujer indígena, reforzado con el reconocimiento al Museo Nacional de Antropología e Historia de México con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2025.
La mitad del mundo. La mujer en el México indígena. El ámbito divino exhibe 98 piezas de las culturas; mexicas, zapoteca, maya, huasteca, olmeca, teotihuacana, totonaca, nahua, tzotzil, mixteca y wixárika.
La mayoría de las piezas son esculturas de piedra y cerámica que van desde el periodo preclásico, pasando por el clásico tardío y posclásico. Las obras en exhibición son de diferentes tamaños desde pequeñas figuras, hasta esculturas de 2.5 metros de altura
A lo largo del recorrido, el visitante podrá observar obras más recientes, del S. XIX, XX y XI, que son principalmente textiles, cestería y óleos. En esta categoría destaca el arte huichol elaborado con cuentas de chaquira, estambre y bordado.
La mitad del mundo en el México prehispánico era un concepto cosmológico que representaba el centro del universo y el lugar donde se cruzaban las cuatro direcciones cardinales. Para las culturas mesoamericanas, este centro era sagrado porque unía los distintos planos de la existencia, ordenaba el espacio, el tiempo, la vida ritual y la arquitectura, y situaba al ser humano en el eje de la creación.
En el México indígena, el género se concebía como un principio fluido y dinámico que iba más allá de la oposición hombre-mujer. La cosmovisión mesoamericana estaba basada en la dualidad, pero esta dualidad no implicaba exclusión, sino integración y complementariedad. Así, las fuerzas masculinas y femeninas podían coexistir en una misma deidad, persona o institución, sin que ello significara contradicción. Este pensamiento se alejaba del esquema binario rígido propio de las concepciones occidentales posteriores, que tendían a jerarquizar lo masculino sobre lo femenino.
Tlatecuhtli ejemplifica perfectamente la capacidad de las diosas y dioses prehispánicos de trascender las fronteras de género para adoptar la identidad femenina o masculina de acuerdo con las circunstancias, puede ser el señor de la tierra o la señora de la tierra. Otro ejemplo es el patronazgo del maíz, según la época y la región, el patronazgo del maíz puede recaer en una diosa o dios específico.
Un elemento común en el pensamiento de los diversos pueblos originarios de México que ha trascendido desde la época prehispánica hasta la actualidad es la concepción del mundo como resultado del dinámico equilibrio de opuestos complementarios e interdependientes que relacionaron con lo femenino y lo masculino.
En esta exposición, tiempos y culturas se entrelazan para dar cuenta del aspecto femenino en esa visión del universo indígena a partir de una perspectiva del género, no como elemento meramente biológico, sino como ideología, relaciones y fuente de profundos significados culturales. (El Heraldo de México)