Cierre del Gobierno de Estados Unidos cumple 35 días y afecta aeropuertos
El cierre del Gobierno de Estados Unidos alcanzó ayer su día número 34. Después de hoy romperá récord de duración, mientras el presidente Donald Trump advirtió que no será “extorsionado” por los demócratas en medio de un estancamiento que afecta el transporte aéreo, los programas sociales y la vida de millones de ciudadanos.
El problema se mantiene por la falta de consenso entre republicanos y demócratas sobre el presupuesto fiscal 2026. Según el especialista Eduardo González: “La única solución es que se pongan de acuerdo para aprobar los recursos que el país necesita”.
Trump reiteró que no cederá hasta que los demócratas acepten discutir la extensión de los subsidios de salud bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible (Obamacare). “No seré extorsionado. Negociaremos solo cuando el Gobierno vuelva a funcionar”.
Acusó a los demócratas de haber “perdido el rumbo” y aseguró que el cierre se prolongará “el tiempo que sea necesario”. Mientras tanto, los trabajadores federales comienzan a perder cheques de pago, los subsidios alimentarios están a punto de expirar y 42 millones de personas podrían quedar sin asistencia.
El cierre refleja la polarización en Washington. Los demócratas del Senado han rechazado 13 votaciones para reabrir el Gobierno, insistiendo en negociar simultáneamente la renovación de los subsidios de salud. Los republicanos, por su parte, exigen que se apruebe primero la reapertura total antes de discutir cualquier cambio legislativo.
El líder republicano del Senado, John Thune, reconoció que se necesitan cinco votos demócratas para aprobar el proyecto de reapertura.
El cierre prolongado amenaza con frenar el crecimiento económico. Alrededor de 750 mil trabajadores federales están sin sueldo. Y miles han recurrido a empleos temporales para sobrevivir. Además, los subsidios alimentarios, los créditos de vivienda y los programas de salud pública enfrentan recortes o demoras.
El cierre actual, impulsado por el enfrentamiento entre la Casa Blanca y el Congreso, superó a la crisis de 2018-2019, que terminó después de 35 días cuando Trump retiró su exigencia de fondos para el muro con México.
Si no se logra un acuerdo en las próximas semanas, advierten economistas, la pérdida de productividad y consumo podría costarle a la economía estadounidense hasta seis mil millones de dólares.
Por otra parte, la afectación administrativa golpea con fuerza al sistema aéreo. El secretario de Transporte, Sean Duffy, confirmó que los aeropuertos de Houston, Newark, Orlando y Atlanta enfrentan demoras de hasta tres horas y cientos de vuelos cancelados por la falta de controladores aéreos, que siguen trabajando sin recibir salario.
La Administración Federal de Aviación reportó que el 80% del personal de control en Nueva York se ausentó al inicio del fin de semana, generando colapsos en terminales clave. El domingo se registraron más de dos mil 700 retrasos y 222 cancelaciones.
El sindicato de controladores pidió al Congreso una resolución que permita pagar salarios atrasados y resolver la crisis.
LOS IMPACTOS
El cierre de Gobierno federal en Estados Unidos no es un fenómeno nuevo, pero el actual destaca por su complejidad política, impacto económico y falta de diálogo real. A diferencia de crisis anteriores, esta parálisis se produce en un contexto de polarización extrema, donde las negociaciones han sido reemplazadas por acusaciones y estrategias partidistas.
Los demócratas exigen que el cierre sirva para frenar las políticas unilaterales de Trump y asegurar la extensión de los subsidios de salud. Mientras, los republicanos lo usan como oportunidad para reducir la burocracia y el gasto público.
Más de 750 mil empleados federales están sin sueldo. Programas como Medicaid, ayuda alimentaria y subsidios para vivienda están suspendidos o en riesgo. Por primera vez, sectores esenciales como la aviación civil operan bajo mínimos.
El clima político es tóxico. Las negociaciones se han sustituido por ataques mediáticos y burlas en redes sociales. La imagen del presidente Trump publicando memes de líderes demócratas fue interpretada como símbolo de la ruptura institucional.
Según analistas, cada semana de cierre reduce el crecimiento del PIB estadounidense en un 0.2%. Aunque el país suele recuperarse tras estas crisis, el desgaste político y social podría tener consecuencias duraderas.
El cierre de 2025, más que un pulso presupuestal, refleja una crisis de gobernabilidad en la principal economía del mundo. (Informador)

